El ajetreo excesivo no siempre es una virtud, ni es un signo de productividad. Si está asumiendo y haciendo demasiadas cosas, la verdad es que no se concentrará en nada de eso y hará un mal trabajo en lo que logre completar. Siempre es mejor hacer menos, pero hacerlo correctamente, que hacer muchas cosas con muchos errores y omisiones. Algunas señales de que está abrumado y se está desenfocando, son las siguientes:
Olvida lo que
está haciendo. Es probable que alguna vez comenzó a hacer algo
y de repente, se olvidó de lo que estaba haciendo, justo durante el proceso.
Este es un problema propio de aquellos que asumen demasiadas cosas. No puede
concentrarse en todo y hacer todo al mismo tiempo, para satisfacer a tantos.
No prioriza. Si no tiene claridad de lo que debe hacer primero, puede hacer cosas
repetidamente o en desorden. Por ejemplo, cosas tan simples como, ¿barrer o
lavar primero?; no importa cuál sea el orden, pero debe tenerlo claro. Comprender
los procesos que funcionan mejor lo ayudará a priorizar su carga de trabajo.
No cumple con
los plazos. Si trabaja todo el tiempo, pero no logra completar
nada, obviamente no está haciendo demasiado. La gente piensa que la llamada
semana laboral de 40 o 48 horas es un buen ejemplo de cuánto tiempo debe
trabajar la gente en un trabajo, pero la verdad es que esa semana laboral parece
haber sido diseñada con la idea de que alguien estuviera solo realizando
trabajos rutinarios.
No está
administrando su tiempo. Si ni siquiera mantiene un
calendario o nada sucede según lo programado, no está administrando su tiempo
de manera constructiva. Debería ayudarse a usted mismo aprendiendo más sobre la
gestión del tiempo. Se nos ha dado la misma cantidad de horas que a las demás
personas, por lo que solo se trata de administrarlas bien para aprovecharlas al
máximo.
Se siente
ansioso y estresado. Cuando no tiene suficiente tiempo
para descansar y para poder atender sus necesidades humanas como comer, hacer
ejercicio, relaciones sociales y otras cosas similares no tendrá una vida
feliz. Por lo tanto, si se siente estresado, considere si su horario incluye todo
de usted que debería incluirse.
Se acuesta tarde
y no puede dormir. Es difícil, si no imposible, con un
estilo de vida desordenado, sin prioridades o abarcándolo todo, acostarse a la hora
ideal para garantizar un mínimo saludable de horas de sueño requeridas. El
problema empeora si cuando logra ir a su descanso, su mente está tan llena de
estrés que no puede dormir.
Pierde
oportunidades. Debido a que está tan ocupado haciendo
una y otra cosa, no está listo cuando las oportunidades aparecen y llegan a su
vida. Muchas veces, incluso el cansancio le impedirá aprovechar las
oportunidades, pues no tendrá el tiempo y la voluntad suficiente para acudir a
ellas.
Retrasa sus
pagos, con costos innecesarios. Cuando está demasiado
distraído debido a que tiene muchos asuntos que atender, es común que termine hasta
olvidando efectuar los pagos y responsabilidades pendientes del mes y al final,
esto incidirá en sus finanzas al tener que pagar cargos por pagos atrasados.
Si está haciendo
algo de todo lo anterior, no significa que usted sea una mala persona o peor
que otras, solo está haciendo lo que la sociedad le ha enseñado a hacer, pues
es muy común en la mayoría de las personas abarcar mucho en detrimento de
concluir cosas y hacerlas con calidad; pero reconociendo esos signos
mencionados y cualquier otro similar, se puede trabajar en enfocarse con mejor
visión y trabajar con mayor calidad. Las personas inteligentes y exitosas se
enfocan en hacer menos cosas, pero hacerlas bien para construir una vida
equilibrada y de alta calidad. Hacen que la competencia y la eficacia sean una
prioridad antes que parecer estar ocupados haciendo más cosas.
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