Claves para el éxito
El deseo de éxito es algo intrínseco al ser humano. El
gran sicólogo norteamericano Abraham Maslow, en su famosa “Pirámide de las
necesidades”, revela la suplencia de estas necesidades como parte del éxito,
extendiendo su alcance hasta la autorrealización del ser humano, lo que
podríamos llamar, la cristalización del éxito ambicionado. Pero, el éxito no es
solo una necesidad o un deseo, es un derecho de todo hombre y toda mujer que
están conscientes de su origen, un origen Divino; se procede de un Ser Creador
exitoso quien todo lo ha hecho perfecto. Así las cosas, la aspiración al éxito
deberá ser constante y su logro requiere de algunas acciones que denomino, claves
para el éxito. En este artículo menciono solo algunas. Sin duda, el
lector tendrá en mente muchas otras, que aunadas a las que exponemos y, puestas
en práctica, nos ayudarán a ser, lo que merecemos, personas exitosas.
Esté
consciente de su potencial
Si no nos valoramos a nosotros mismos, nadie lo hará
por nosotros. Para triunfar en cualquier cosa en la vida, es necesario que
estemos conscientes de nuestro potencial para ello y de que tenemos la
capacidad para alcanzar todas nuestras metas, por difíciles que éstas parezcan.
Estar consciente de nuestro potencial significa
conocer cuáles son las habilidades que Dios ha puesto a nuestra disposición,
cuáles son esos talentos y en qué proporción nos han sido deparados. Debemos
recordar que hemos sido puestos en esta tierra con diferentes talentos. Así lo
describe la biblia, cuando compara los talentos o dones con los miembros del
cuerpo humano, no todos los miembros son pies, ni todos, manos, sin embargo, no
por eso dejan de pertenecer al cuerpo y tener funciones específicas que otros
miembros no podrían realizar. Esto nos lleva, entonces, a estar conscientes de
dos aspectos básicos: quiénes somos y
cuál es nuestra tarea en la tierra, y una vez conscientes de esto,
desarrollar y aplicar nuestras habilidades para lograr las metas que nos
conduzcan al éxito, éxito que, finalmente, será el éxito de todo el cuerpo: su familia, su equipo de trabajo, la
sociedad en general. Para concluir con este apartado, es necesario recalcar
que no debemos nunca olvidar que todos tenemos dones que Dios nos ha dado y
que, pasarlos por alto significa, menospreciar la Gracia del Creador. No sin
razón leemos en la biblia: “Por lo cual
dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad y dio dones a los
hombres." (La Biblia: Efesios, capítulo 4, verso 7).
Nunca
mire hacia atrás
A pesar de que este artículo no tiene la intención de
exponer teología, no puedo pasar por alto dos cosas importantes: que todo el Universo está íntimamente
relacionado con Dios (no importa como lo llamen algunos, o que algunos crean
que tiene nombre y otros no) y en segundo término que existe un libro con un gran contenido de sabiduría, en el que
podemos encontrar muchas referencias para el logro del éxito de nuestra vida.
Hechas estas aclaraciones, me siento en libertad de mencionar algunas anécdotas
bíblicas, metafóricas o reales, cuyo contenido es relevante: “Acordaos de la mujer de Lot”. De
acuerdo con el pasaje aludido, el mirar hacia atrás no le permitió a la mujer
de Lot, alcanzar el éxito, quedando petrificada. Otra sentencia bíblica reza: “Ve, mira la hormiga, perezoso, observa sus
caminos, y sé sabio”. Creo que casi todos hemos visto estos diminutos
insectos en sus tareas, siempre hacia adelante para en el invierno tener
alimento suficiente en su nido.
Todos, indefectiblemente, tenemos errores y aparentes
fracasos que van quedando atrás. Sentarse a llorar, o volver atrás, significa
un fracaso seguro. La lección es, ve hacia adelante, como los corredores que
compiten, y venciendo obstáculos, siempre van hacia adelante, a la meta
propuesta, procurando alcanzar el premio. Aprendamos las lecciones del pasado,
pero no regresemos a ellas, lo bueno, debemos superarlo y “lo malo” (así, entre
comillas), debemos desecharlo. También es una sentencia bíblica que dicta: “Examinado todo y retened lo bueno”.
Atrévase
a soñar
Sin sueños y aspiraciones no hay éxito. El soñar, es
como un motor que nos mueve a alcanzar, eso que soñamos y lo que soñamos es lo
que queremos. Sueñe, piense continuamente que quiere de la vida, pero para
lograr esos sueños, piense también, que está dispuesto a dar de su vida. Pensar
en grande, es soñar en grande. Los sueños no son más que esos pensamientos y,
entre más imposible parezca la realización de nuestros pensamientos, significa
que más en grande estamos soñando.
Lo espero en las “próximas claves del éxito”
Acompañándolos, en el camino del Éxito
Félix
Miranda Quesada
Administrador
de Empresas
Contador Público Autorizado