Tuesday, May 17, 2011

Administrando y Educando con Sentido Común

Por: Félix Miranda Quesada
Colegio Nocturno de Golfito
(Extracto de un diagnóstico sobre deserción realizado en el Colegio Nocturno de Golfito)

Para muchas personas no es un secreto que, durante muchos años en Costa Rica se ha educado con un “régimen” de miedo, miedo a actuar, miedo a tomar decisiones y, quizás, eso ha tenido su origen en el sistema imperante. Y no estamos hablando de que deba haber un libertinaje desmedido para hacer lo que nos parezca, pero sí, actuar con libertad, con sentido común, circunscritos al bloque de legalidad, pero de acuerdo con las circunstancias reinantes en cada institución y el uso del sentido común y a la ética profesional. En uno de sus continuos artículos, el señor Ministro de Educación, Dr. Leonardo Garnier ha dicho que “entre aula y jaula, la única diferencia es una letra” y, efectivamente así ha sido, no solo para los estudiantes, sino también para los docentes. Me refiero, claro está, a aquellos y aquellas docentes comprometidos con la educación, con un claro concepto de la ética, que saben aprovechar los espacios y los tiempos, en procura de una educación de calidad.

Es así como, en el marco de la Línea Estratégica N° 2, que reza:

“2. Lograr que los estudiantes aprendan a saber vivir y saber convivir. Para ello, se fortalecerá el carácter integral y formativo de la educación de manera que, en todos los niveles y modalidades del sistema educativo, las y los estudiantes adquieran y desarrollen el conocimiento, la sensibilidad y las competencias necesarias para una vida buena y plena:

• Éticas
• Estéticas
• Ciudadanas

Esto supone aprovechar el arte y la cultura como formas de educación social de las poblaciones atendidas en el sistema educativo, articulando el acervo artístico y cultural universal con el que se construye en nuestro medio y enfatizando la construcción de una cultura de derechos y responsabilidades”, hemos propuesto que:

En el Colegio Nocturno de Golfito (y de considerarse válida la propuesta, en otros colegios de la misma naturaleza) no haya espacios libres por la ausencia de docentes, sino que tanto el Departamento de Orientación, como la coordinación académica y el personal administrativo, estén siempre preparados para atender a nuestros estudiantes con las actividades que tal Línea Estratégica prevé, a saber, el desarrollo del arte y la cultura como formas de educación social de las poblaciones atendidas en el sistema educativo, articulando el acervo artístico y cultural universal. Consideramos que son algunos de los pocos espacios que, dadas las circunstancias en que nos desenvolvemos los colegios nocturnos, podemos aprovechar. Con lo anterior estaríamos cumpliendo varios propósitos: a) en primer lugar evitamos que nuestros estudiantes deambulen por los pasillos o se vayan a lugares obscuros, donde es difícil, si no imposible, tener control de ellos, b) se evita, a la vez, que los estudiantes menores de edad se salgan de la institución y se expongan a los peligros que continuamente los asedia por la presencia de personas no deseables, que buscan en los estudiantes un mercado para ciertas actividades ilícitas y hasta delictivas, c) se brinda espacio para actividades propias de orientación y hora guía, d) se aprovechan los espacios para actividades recreativas de corte artístico, cultural y deportivo.

En esta propuesta hallan cabida las palabras del Sr. Ministro, en el documento “Mi colegio, mi escuela”, las cuales transcribo: “Pero la escuela y el colegio son mucho más que eso: son el espacio y el momento en que los niños, niñas y jóvenes viven gran parte de su presente. Sí, su presente. Insisto en esto porque muchas veces solo pensamos la escuela o el colegio como ese lugar de paso al que el estudiante solo va a prepararse “para cuando sea grande”. Y no, no es así: en la escuela y en el colegio se vive, se convive, se goza y se sufre, se comparten experiencias, se aprende sobre la amistad y sobre la decepción, sobre el amor y la tristeza, sobre los juegos y las derrotas, sobre los riesgos y las enfermedades y los accidentes y sobre cómo levantarse; se vive y se aprende sobre la vida de la única forma en que es posible aprender: viviendo.”